Apreciando las pequeñas cosas he aprendido a observar las grandes cosas, que no es lo mismo que las cosas grandes...
Saber apreciar la esencia de todo es lo que me hace persona, lo que me ata a la vida, lo que hace que mi cuerpo se funda con la madre tierra. Sentir que existen diminutas cosas que comparten mi existencia y son casi inapreciables, hace que me sienta una persona privilegiada, ya que me enamoro de todo porque todo forma parte de mi...
Saber entender el nacer y el morir hace que valore mucho mas todo lo que me rodea mientras puedo, ya que todo, al fin y al cabo, es efímero en el tiempo. Y al contemplar la vida desde ese punto, entiendo que no debo desperdiciar ni un solo momento en cosas materiales, porque de eso no voy a alimentar mi alma, no voy a calmar mi curiosidad ni alcanzar mis sueños, solo sé que si aprendo a amar todo en esta vida...incluso puedo amarte a ti.
La tierra despierta bajo mis pies y atrapa a pasos agigantados la admiración de mi dormida mirada, pues nace la hierba como un tapiz que invita a soñar...tímidamente crecen las primeras hojas, advirtiéndome desde su extremada pequeñez que el árbol que las cobija será el guardián de mis noches, la sombra para mi cansancio y el sereno portador de mi calma.
Los rosales asoman por los rincones regalándome ya su afán por mostrarme sus espinas, protegiéndose así de mis manos asesinas, no saben que los prefiero así! repletos de sus lágrimas, blancas rojas o amarillas.
Saber apreciar la esencia de todo es lo que me hace persona, lo que me ata a la vida, lo que hace que mi cuerpo se funda con la madre tierra. Sentir que existen diminutas cosas que comparten mi existencia y son casi inapreciables, hace que me sienta una persona privilegiada, ya que me enamoro de todo porque todo forma parte de mi...
Saber entender el nacer y el morir hace que valore mucho mas todo lo que me rodea mientras puedo, ya que todo, al fin y al cabo, es efímero en el tiempo. Y al contemplar la vida desde ese punto, entiendo que no debo desperdiciar ni un solo momento en cosas materiales, porque de eso no voy a alimentar mi alma, no voy a calmar mi curiosidad ni alcanzar mis sueños, solo sé que si aprendo a amar todo en esta vida...incluso puedo amarte a ti.
La tierra despierta bajo mis pies y atrapa a pasos agigantados la admiración de mi dormida mirada, pues nace la hierba como un tapiz que invita a soñar...tímidamente crecen las primeras hojas, advirtiéndome desde su extremada pequeñez que el árbol que las cobija será el guardián de mis noches, la sombra para mi cansancio y el sereno portador de mi calma.
Los rosales asoman por los rincones regalándome ya su afán por mostrarme sus espinas, protegiéndose así de mis manos asesinas, no saben que los prefiero así! repletos de sus lágrimas, blancas rojas o amarillas.
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