
Hoy te he visto…en la espina de una marchita rosa….en el efímero segundo de la muerte de una hoja, en la suave redondez de una piedra …te he visto en las montañas, esas que acercan cada día mis ojos desde mi ventana…Te he visto en mis manos, que ausentes de ti se sienten desnudas de todo…y cuando salgo al mundo exterior, te veo en esa esquina de la espera, en esa acera prohibida donde me espera tu amor furtivo… te encuentro en cada anochecer cuando me alimento de tu ausencia, o al despertar cuando para borrar esas noches de insomnio y de dolor, bautizo mi cara con agua fresca….
Hoy te he sentido cerca cuando caía la lluvia… y ahí estaba yo, en cada trocito de tierra…esperando el riego gratificante de tu dulzura…te he encontrado también en mis pasos y cerrando los ojos, te sabía a mi lado, andando el mismo compás de mi vida…esquivando al unísono, esos viejos adoquines que me desbaratan y me desequilibran el alma.
Hoy …te sigo amando…porque atrapas mi mente como una astuta telaraña…porque como débil presa que soy, me entrego a tu estrategia, dejando que envuelvas con tu ritual, cada órgano de mi cuerpo, pues te pertenecen por derecho y porque quiero…te sigo amando, cierto, porque te dibujas en mis nubes, en mis sueños, en cada canción que tararean mis labios…o al pronunciar tu nombre en silencio…
Dime que no es locura lo que siento! Dime que no son sueños mis sueños, y que es cierto cuando te veo agarrado al timón cruzando océanos. Dime grumete descarado que desafías la muerte que me acecha, si no es verdad que vives en todo lo que yo veo.
Rosa.